Contenidos geolocalizados

Imágenes y vídeos geoetiquetados en googlemaps

Mediante el geoetiquetado un objeto queda georreferenciado en un mapa. El ejemplo más claro es cuando buscamos en googlemaps y nos encontramos una serie de fotos que han sido subidas por usuarios. Esas fotos han sido geoetiquetadas.

Este geoetiquetado se puede hacer de forma manual introduciendo unos parámetros a ese recurso que queremos georreferenciar. Pero cada vez son más los dispositivos de última generación (móviles, cámaras de foto, etc) que cuentan con sistemas de geolocalización integrados (GPS, redes WIFI…). con la posibilidad de almacenar datos de información geográfica de forma automática cuando generamos contenido con ese dispositivo,

como por ejemplo cuando hacemos una foto. Lo que puede suponer una ventaja también puede comprometer la privacidad del usuario, sobretodo si el usuario no es consciente de esta funcionalidad. Así que es importante tener en cuenta este factor a la hora de compartir un recurso en Internet como advierte este artículo de tecnología.org.

En este sentido considero que debería haber más información al respecto ya que una cosa es la información que queremos compartir en la red (con sus datos de geolocalización o no) y otra cosa es el uso que se pueda hacer con nuestros datos de navegación, archivos, historiales, etc ya que éstos los generamos desde dispositivos que permiten que estemos geolocalizados.

Esto último no es una cosa nueva, porque con una simple dirección de IP se puede llegar a saber nuestra ubicación. 

Configuración  del navegador google chrome

No obstante, alerta el hecho de que recientemente ha habido un boom de aplicaciones que advierten que parte de nuestra información puede ser compartida por sus desarrolladores o terceros al hacer uso de la aplicación. Incluso en la configuración avanzada de los navegadores existe la posibilidad de permitir o no que los sitios que visitemos realicen un seguimiento de nuestra ubicación física, como podemos ver la captura de pantalla de la derecha. 

Aún y con estos procedimientos de configuración, nuestro nivel de protección de datos queda cuestionado, pues en los últimos meses hemos conocido casos en los que se ha denunciado violación del derecho a la intimidad por hacer públicos datos de geolocalización sin el consentimiento del usuario, como podemos ver en esta esta noticia.

Como siempre, todo dependerá del uso que se haga. Los avances en geolocalización pueden permitir salvar vidas, aprendizaje colaborativo, comodidad en nuestras vidas… pues seguramente hayamos experimentado consultar por google la información meteorológica y si nos fijamos la primera entrada que nos muestra será probablemente el tiempo que hace allí donde estamos. Ahora bien tendría que haber paralelamente una regulación normativa que obligue a informar, de una manera más transparente o no tan compleja al usuario, del alcance que puede llegar a tener la interacción con esta serie de dispositivos o interfaces.